Los vencedores de ayer, por lo visto, una mano negra trato de que este hecho no fuera difundido en Madrid a la par que perjudicaban cara a las encuestas del "share" a una muy molesta para algunos televisión pública...
(FUENTE: periodista digital )
Hubo más de un boicot en la semifinal de Champions que dejó al Barça fuera de juego. Apenas pasaron unos instantes desde que el colegiado belga De Bleeckere señaló el final del partido hasta que los 52 aspersores que cuidan el césped del Camp Nou empezaron a funcionar a pleno rendimiento.
El propio técnico portugués debió de sentir aquello de 'no he mandado mis tropas a luchar contra sus elementos', porque mientras los interistas se dirigían hacia la parte del campo donde estaban sus aficionados, miles de litros de agua les enguachinaban y apenas les permitían avanzar.
Estaba claro que los aspersores no estaban dispuestos a que el Inter hiciera más leña sobre el caído árbol azulgrana y contribuyeron decisivamente a reducir en tiempo y en intensidad las celebraciones nerazurri.
Pero antes habían pasado otras cosas "raras". Miles de hogares madrileños se quedaron sin poder ver el partido que enfrentó al Barcelona con el Inter de Milán.
Un sabotaje en toda regla efectuado a través de una potente señal, cuyo origen era anoche desconocido, impidió que las imágenes llegaran a los televisores durante el encuentro.
Telemadrid detectó ya problemas similares la tarde del martes y avisó de lo ocurrido a la compañía Abertis, la operadora de la red, según explicaron fuentes de la cadena autonómica.
Directivos de Abertis informaron anoche de que la potente señal de origen desconocido llegó minutos después de que comenzara el partido.
Duró hasta instantes antes de que el árbitro diera el pitido final, por el que el Barcelona quedaba eliminado de la Liga de Campeones.
La compañía desconocía el número de hogares afectados, ya que la señal dejaba de llegar a las viviendas de forma casi aleatoria y en lugares muy dispersos.
Así, se dio la paradoja de que en un piso la imagen quedaba congelada, mientras que en la casa del vecino se podía seguir el encuentro con total normalidad.
Los técnicos de Abertis estuvieron buscando el origen de la interferencia durante todo el partido, pero no lo hallaron. Una vez que cesó el sabotaje, según lo calificaron algunos afectados, continuaron trabajando para descubrirlo, según fuentes de la empresa. La Comunidad de Madrid fue la única que sufrió esta interrupción de las imágenes.
En un principio, la compañía pensó que se trataba de un problema por el proceso de transformación tecnológica a la televisión digital terrestre, pero pronto detectaron que no tenía nada que ver con este cambio.
La parte afectada fue, según Telemadrid, el repetidor de plaza de España, que da servicio a gran parte de la ciudad.
Durante el sabotaje, el servicio de atención a la audiencia estuvo colapsado con llamadas de madrileños que se dirigían a la emisora para quejarse de la falta de señal.
La dirección de Telemadrid emitió anoche un comunicado en el que lamenta "profundamente" la falta de señal y que "numerosos espectadores" no pudieran seguir "un encuentro tan determinante".
También confirma que habían estado siguiendo "de cerca" las investigaciones de Abertis para encontrar el origen del problema y poder subsanarlo.
"Abertis explica que en el momento de finalizar el partido la potente señal que interfería Telemadrid ha dejado de emitir", confirmó la cadena regional.
Esta aprovechó el comunicado para informar de que unas 100.000 personas pudieron seguir el encuentro a través de la página web de Telemadrid, en pantalla completa y con una gran definición.
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El propio técnico portugués debió de sentir aquello de 'no he mandado mis tropas a luchar contra sus elementos', porque mientras los interistas se dirigían hacia la parte del campo donde estaban sus aficionados, miles de litros de agua les enguachinaban y apenas les permitían avanzar.
Estaba claro que los aspersores no estaban dispuestos a que el Inter hiciera más leña sobre el caído árbol azulgrana y contribuyeron decisivamente a reducir en tiempo y en intensidad las celebraciones nerazurri.
Pero antes habían pasado otras cosas "raras". Miles de hogares madrileños se quedaron sin poder ver el partido que enfrentó al Barcelona con el Inter de Milán.
Un sabotaje en toda regla efectuado a través de una potente señal, cuyo origen era anoche desconocido, impidió que las imágenes llegaran a los televisores durante el encuentro.
Telemadrid detectó ya problemas similares la tarde del martes y avisó de lo ocurrido a la compañía Abertis, la operadora de la red, según explicaron fuentes de la cadena autonómica.
Directivos de Abertis informaron anoche de que la potente señal de origen desconocido llegó minutos después de que comenzara el partido.
Duró hasta instantes antes de que el árbitro diera el pitido final, por el que el Barcelona quedaba eliminado de la Liga de Campeones.
La compañía desconocía el número de hogares afectados, ya que la señal dejaba de llegar a las viviendas de forma casi aleatoria y en lugares muy dispersos.
Así, se dio la paradoja de que en un piso la imagen quedaba congelada, mientras que en la casa del vecino se podía seguir el encuentro con total normalidad.
Los técnicos de Abertis estuvieron buscando el origen de la interferencia durante todo el partido, pero no lo hallaron. Una vez que cesó el sabotaje, según lo calificaron algunos afectados, continuaron trabajando para descubrirlo, según fuentes de la empresa. La Comunidad de Madrid fue la única que sufrió esta interrupción de las imágenes.
En un principio, la compañía pensó que se trataba de un problema por el proceso de transformación tecnológica a la televisión digital terrestre, pero pronto detectaron que no tenía nada que ver con este cambio.
La parte afectada fue, según Telemadrid, el repetidor de plaza de España, que da servicio a gran parte de la ciudad.
Durante el sabotaje, el servicio de atención a la audiencia estuvo colapsado con llamadas de madrileños que se dirigían a la emisora para quejarse de la falta de señal.
La dirección de Telemadrid emitió anoche un comunicado en el que lamenta "profundamente" la falta de señal y que "numerosos espectadores" no pudieran seguir "un encuentro tan determinante".
También confirma que habían estado siguiendo "de cerca" las investigaciones de Abertis para encontrar el origen del problema y poder subsanarlo.
"Abertis explica que en el momento de finalizar el partido la potente señal que interfería Telemadrid ha dejado de emitir", confirmó la cadena regional.
Esta aprovechó el comunicado para informar de que unas 100.000 personas pudieron seguir el encuentro a través de la página web de Telemadrid, en pantalla completa y con una gran definición.
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