<------------- recadito que le manda el pueblo de Fuente Obejuna y España en general a los titiriteros ladrones de la SGAE. (extraido de diario ABC.ES):
"Cuando se alteran/ los pueblos agraviados, y resuelven,/ nunca sin sangre o sin venganza vuelven". Son los versos que anteceden a la muerte del comendador Fernán Gómez en la puesta en escena de «Fuenteovejuna», que desde ayer y hasta el próximo domingo se representará en esta localidad cordobesa del Guadiato.
Para los mellarienses, tanto estas líneas como las del resto de la obra de Lope de Vega, han cobrado este año otro significado. La reclamación hecha por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) para que el Ayuntamiento pague el canon por derechos de autor ha unido al municipio «todos a una» contra la «tiranía» del colectivo. Así, los habitantes del municipio llegaron a proponer que recaudarían la cantidad que pide la SGAE para salvar la representación. Pero no hizo falta. Y, a la espera de conocer qué sucederá con el polémico «tributo», el espectáculo continuará.
Todos contra uno
De momento, la asociación avanzó que no cobrará el canon y ayer, «Fuenteovejuna» se presentó bajo el signo de la reivindicación de los valores de la fuerza de un pueblo contra la tropelía y el grito de repulsa al maltrato femenino (...) Labradores y caballeros, costureras y campesinas se asomaron a una plaza cargada de historia, presidida por el escudo de Fuente Obejuna.
Una vez más, Laurencia y Pascuala, Frondoso y Mengo salieron de las páginas de Lope para transportar a la localidad al Siglo de Oro y revivir la venganza vestida de justicia (...)
Ante un auditorio abarrotado, los actores, todos mellarienses, se trasladaron al siglo XV para relatar uno de sus episodios más dramáticos, la rebelión del pueblo ante los abusos del comendador de la Orden de Calatrava, al que los vecinos dieron muerte una noche de 1476. Los atropellos reiterados con las mujeres de la villa por parte de Fernán Gómez de Guzmán son asumidos por los vecinos por temor a su señor.
El rapto y la vejación en su noche de bodas de Laurencia, provocan la sublevación del pueblo, después de que ella les acuse de permitir que ocurran estos hechos y no hacer frente al comendador.
Ningún culpable
El pueblo entero, al grito de «¡Todos a una!» y armados con rastrillos, palos y antorchas, asaltan la casa de la Encomienda y dan muerte al señor.
Miembros del Tribunal de la Inquisición Española acuden al pueblo para averiguar el asesinato y todos los vecinos, pese a ser torturados, se autoinculpan, tras lo que son indultados por los Reyes Católicos.
En la adaptación de Rojas, el punto más álgido de la obra es, sin duda, el crimen de Fernán Gómez de Guzmán, que consiguió desatar los aplausos del público presente, que llegó de diversos puntos de la provincia. Seis siglos después, la localidad volvió a dar muerte al tirano. Y, una vez más, encontraron el perdón bajo la protección del anonimato. Y es que el asesino no fue nadie y lo fueron todos, -¡Fuente Obejuna lo hizo!-"
De aqui podemos y debemos extraer obvias lecciones. Todos a una, como en Fuenteovejuna, exterminaremos al dragón mefistotelico de la SGAE y nadie sera robado por el nunca mas.
Un saludo y compartid mucho.
De aqui podemos y debemos extraer obvias lecciones. Todos a una, como en Fuenteovejuna, exterminaremos al dragón mefistotelico de la SGAE y nadie sera robado por el nunca mas.
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