Gastos injustificados, presuntas «colocaciones» de militantes de IU, «artimañas jurídicas» reconocidas, viajes de dudoso interés público a Cuba... Izquierda Unida, a través de la Fundación DeSevilla, podría haber usado el programa de alfabetización por el método cubano «Yo sí puedo» para dar rienda suelta a sus gastos partidistas y repartir sueldos entre sus afines. El Ayuntamiento pagó en 2008 un total de 304.916 euros para este programa. El grueso del montante de 2008 (241.162 euros) se destinó a los sueldos de nueve personas –uno de ellos ex presidente del Consejo Local de la Juventud y militante de IU; el resto, militantes o simpatizantes– para controlar, supervisar y gestionar un programa en el que trabajaron, gratis, los voluntarios encargados de la alfabetización. Además, se pagó el viaje y la estancia en Sevilla de dos «facilitadores» o monitores cubanos, precisamente los dos activistas que estuvieron en la capital hispalense con cargo al Ayuntamiento en la celebración de los "50 años de la Revolución".
Del mismo modo, seis personas viajaron a Cuba, entre el 29 de julio y el 26 de agosto, para grabar un vídeo promocional de «Yo sí puedo», lo que, según el PP, supone que «les hemos pagado unas vacaciones de verano». El concejal del Grupo Popular, José Miguel Luque, denunció la estrategia de «colocación de militantes» a través de este programa y aseguró que «en Sevilla hay gente igual de preparada que en Cuba y lo haría sin necesidad de estos gastos». El PP alertó del gran aumento de los fondos para «Yo sí puedo» respecto a 2007. El gasto de 300.000 euros se abonó, a partes iguales, desde las tres delegaciones en manos de los comunistas: Juventud y Deportes, Economía y Empleo y Participación Ciudadana.
Además, el concejal mostró a los medios de comunicación grabaciones del pasado octubre en las que el delegado de Economía y Empleo, Carlos Vázquez, se jacta de haber logrado desarrollar el programa mediante «artimañas jurídicas». «El Ayuntamiento de Sevilla no tiene competencias en materia de educación y la Junta de Andalucía nos la negó por activa y por pasiva; por tanto, tuvimos que acudir a una artimaña jurídica y era entregar a la Fundación –que es una fundación municipal pero es un agente externo porque hay entidad privada– la gestión del programa», explica Vázquez. En la filmación, el delegado señala también la motivación ideológica de la cooperación internacional de IU: «Estábamos hartos de las relaciones de privilegio que tenía Sevilla con la mitad del mundo civilizado, occidental y democrático y empezamos a abrir pautas de relación con otras realidades para nosotros más jugosas».
Ladrones y orgullosos de ello. Tendrian que ser negros, ser somalies y asaltar barcos para estar mas a juego con la situación actual, pero vienen a ser lo mismo.
Un saludo y compartid mucho.
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