Fuentes políticas solventes a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital destacan el enorme interés, y la dedicación de horas y gestiones, que está poniendo el ‘número dos’ del ministerio del Interior para intentar evitar que el magistrado de la Audiencia Nacional sea procesado por el Supremo y que, a continuación y como consecuencia, se vea removido del juzgado.
De acuerdo con las informaciones conseguidas, Camacho tiene casi como prioridad en su actividad de los últimos días movilizar todos los resortes del Gobierno, entre ellos y muy en primer lugar la Fiscalía General del Estado (el propio secretario de Estado es fiscal de profesión), con ese objetivo de salvar a Garzón. Como se sabe, el fiscal se está oponiendo a todas las decisiones judiciales que se vienen tomando sobre el juez de la Audiencia Nacional.
Igualmente, el secretario de Estado se está moviendo intensamente en determinados medios informativos, incluidos los que, como el grupo Prisa, ya se han posicionado con toda determinación en defensa del magistrado. Pero no sólo.
Dada su condición de fiscal, y el conocimiento que tiene de los ámbitos judiciales, Antonio Camacho está en comunicación con determinados jueces, y también con miembros del Consejo del Poder Judicial, la instancia que tendrá que decidir la remoción de Garzón de su juzgado si se produce un procesamiento.
Dentro de este último ámbito, el secretario de Estado de Seguridad ha mantenido contactos personales con el propio Garzón, Las informaciones de que dispone El Confidencial Digital indican que Camacho celebró estos días, entre otros, un encuentro reservado con el juez de la Audiencia Nacional, en un lugar muy discreto: una conocida cafetería de la calle Eduardo Dato, de nombre francés, en el barrio de Chamberí. Para mayor discreción, Camacho y Garzón subieron a un altillo o piso superior que tiene el establecimiento, donde estuvieron reunidos.
Fuentes políticas afirman que ese gran interés del ‘número dos’ de Rubalcaba tiene que ver con que, si Baltasar Garzón es cesado en el cargo, el ‘caso Faisán’, el chivatazo policial para evitar la detención del responsable de extorsión de ETA, el sumario podría quedar descontrolado puesto que pasará a manos de otro juez de la Audiencia Nacional.
En ese sumario, una de las ramas de investigación conduciría al propio Antonio Camacho, si no por haber dado la orden, al menos por haber estado informado de la operación. Y, de acuerdo con las mismas fuentes, en ambos casos resultaría bastante improbable que no hubiera dado cuenta a su jefe, el ministro del Interior, y éste al presidente del Gobierno. Con las imprevisibles consecuencias políticas que podrían seguirse, de confirmarse esa línea de investigación.
Como ya se ha contado, desde el Partido Popular se piensa que el ‘caso Faisán’ puede ser un ‘caso GAL bis’, el sumario que llevó a la cárcel a la cúpula del ministerio del Interior, con el ministro, José Barrionuevo, al frente.
(art.original aqui)
De acuerdo con las informaciones conseguidas, Camacho tiene casi como prioridad en su actividad de los últimos días movilizar todos los resortes del Gobierno, entre ellos y muy en primer lugar la Fiscalía General del Estado (el propio secretario de Estado es fiscal de profesión), con ese objetivo de salvar a Garzón. Como se sabe, el fiscal se está oponiendo a todas las decisiones judiciales que se vienen tomando sobre el juez de la Audiencia Nacional.
Igualmente, el secretario de Estado se está moviendo intensamente en determinados medios informativos, incluidos los que, como el grupo Prisa, ya se han posicionado con toda determinación en defensa del magistrado. Pero no sólo.
Dada su condición de fiscal, y el conocimiento que tiene de los ámbitos judiciales, Antonio Camacho está en comunicación con determinados jueces, y también con miembros del Consejo del Poder Judicial, la instancia que tendrá que decidir la remoción de Garzón de su juzgado si se produce un procesamiento.
Dentro de este último ámbito, el secretario de Estado de Seguridad ha mantenido contactos personales con el propio Garzón, Las informaciones de que dispone El Confidencial Digital indican que Camacho celebró estos días, entre otros, un encuentro reservado con el juez de la Audiencia Nacional, en un lugar muy discreto: una conocida cafetería de la calle Eduardo Dato, de nombre francés, en el barrio de Chamberí. Para mayor discreción, Camacho y Garzón subieron a un altillo o piso superior que tiene el establecimiento, donde estuvieron reunidos.
Fuentes políticas afirman que ese gran interés del ‘número dos’ de Rubalcaba tiene que ver con que, si Baltasar Garzón es cesado en el cargo, el ‘caso Faisán’, el chivatazo policial para evitar la detención del responsable de extorsión de ETA, el sumario podría quedar descontrolado puesto que pasará a manos de otro juez de la Audiencia Nacional.
En ese sumario, una de las ramas de investigación conduciría al propio Antonio Camacho, si no por haber dado la orden, al menos por haber estado informado de la operación. Y, de acuerdo con las mismas fuentes, en ambos casos resultaría bastante improbable que no hubiera dado cuenta a su jefe, el ministro del Interior, y éste al presidente del Gobierno. Con las imprevisibles consecuencias políticas que podrían seguirse, de confirmarse esa línea de investigación.
Como ya se ha contado, desde el Partido Popular se piensa que el ‘caso Faisán’ puede ser un ‘caso GAL bis’, el sumario que llevó a la cárcel a la cúpula del ministerio del Interior, con el ministro, José Barrionuevo, al frente.
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