(fuente: confidencial.com )
Medio millar de muertos, la mayoría mujeres y niños. Este es el sobrecogedor balance de un fin de semana de salvaje violencia sectaria en Nigeria. Pastores musulmanes de la etnia hausa-fulani armados con fusiles y machetes asaltaron en la madrugada del domingo varias aldeas de mayoría cristiana cercanas a la ciudad de Jos, punto de ignición en el conflicto entre las dos comunidades.
Asesinaron a las mujeres y a los niños en sus casas. A los hombres que intentaban huir los atraparon con redes y trampas para animales para después masacrarlos, según organizaciones humanitarias que investigan la matanza.
El presidente interino de Nigeria, Goodluck Jonathan, se reunió ayer con las agencias de seguridad del Estado para prevenir que los graves disturbios se extiendan a otras ciudades. El Ejército ha sido puesto en situación de máxima alerta.
Pese a que la cifra de víctimas resulta muy difícil de confirmar -la agencia no gubernamental Civil Rights Congress habla de 485 muertos mientras la policía del estado de Plateau reconoce solo 55-, los periodistas que han visitado la zona aseguran haber visto centenares de cadáveres en las calles de los pueblos atacados, principalmente de mujeres y niños, algunos de éstos menores de dos años. Las autoridades policiales nigerianas han minimizado en otras ocasiones el número de muertos informados en incidentes de violencia étnica y religiosa en un esfuerzo por evitar una escalada de las crisis.
Mientras, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, se mostró “profundamente preocupado por que haya más violencia interreligiosa” y pidió a los líderes religiosos del país que resuelvan el conflicto. Desde 2001, más de 2.000 personas han sido asesinadas en las luchas entre las dos comunidades en el estado de Plateau, un área de mayoría musulmana que guarda una larga tradición de violencia sectaria.
¿Por qué la matanza?
Los pastores musulmanes y los campesinos cristianos de Jos, que en su mayoría practican una agricultura de subsistencia, mantienen una histórica rivalidad por las tierras fértiles de la región. La pobreza y el acceso a los recursos son la raíz de la violencia en la zona, en la que tuvieron lugar sangrientos disturbios por motivos políticos y religiosos en los años 2001, 2004 y 2008. Según un experto citado por la BBC, Jos siempre ha sido una bomba de relojería a punto de estallar.
Los conflictos protagonizados por cristianos y musulmanes en el país se han cobrado la vida de más de 12.000 personas desde 1999, cuando se implantó la sharia, o ley islámica, en doce estados del norte de Nigeria.
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