El ex presidente del Gobierno José María Aznar ha viajado hacia Melilla para entrevistarse con el presidente de la ciudad autónoma Juan José Imbroda y para apoyar a los melillenses y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, según han informado fuentes de FAES.
A las 11.05 el avión donde viajaba Aznar procedente de Málaga ha aterrizado en el aeropuerto melillense. A continuación y de forma absolutamente discreta, Imbroda ha recibido al presidente del Gobierno y ambos se han dirigido al perímetro fronterizo de Melilla con Marruecos, visitando la valla pero sin llegar a entrar, tal y como hizo ayer en un gesto simbólico de apoyo a las FSE el vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons. Aznar ha estado apenas unos minutos, donde ha saludado al teniente del puesto fronterizo, según han confirmado a ABC fuentes cercanas al ex presidente.
Aclamado como si fuese aún presidente
A continuación, el ex presidente del Gobierno, a quien le acompaña en este viaje su hijo Alonso, y el mandatario de Melilla, han desayunado en la cafetería California, muy próxima a la sede del PP en Melilla. A su salida les esperaban una nube de fotógrafos y cámaras de televisión que han captado cada segundo del paseo que ha dado Aznar por la principal arteria de la ciudad autónoma, la Avenida Juan Carlos I Rey. En este trayecto, se ha detenido a saludar a decenas de personas que aclamaban al ex presidente del Gobierno como si todavía lo fuese. Aznar ha conversado con comerciantes de la zona y se ha interesado por las consecuencias del bloqueo comercial que han sufrido tras la protesta de marroquíes en la frontera.
Al término de la entrevista que mantiene con Imbroda realizará declaraciones y almorzará con el presidente de la ciudad. A primera hora de la tarde, Asimismo, Aznar tiene previsto visitar la rehabilitación de las murallas históricas de la ciudad.
La visita del ex presidente del PP, que ha cogido por sorpresa a más de uno, se interpreta ya por parte de los activistas marroquíes como una auténtica «provocación».
Otra visita popular
Esta visita sucede a la realizada ayer por el vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, quien se entrevistó también con el presidente de la Ciudad Autónoma. Esteban González Pons exigió al Gobierno todas las gestiones diplomáticas necesarias para recuperar una «zona de nadie en la frontera de Melilla con Marruecos para evitar un conflicto grave» que, advirtió, «puede llegar a producirse».
Policias insultadas y encima retiradas del servicio por el ministerio del interior
La Gaceta y La Razón explicaban este miércoles, basándose en informaciones facilitadas por fuentes policiales, que las agentes insultadas por los criminales de los disturbios marroquies destinadas en la frontera ahora prestan servicio en zonas donde se supone que no serian insultadas, como el puerto, el más tranquilo paso de Farhana, el barrio chino o el aeropuerto. Todo ello en lugar de tomar medidas contra los difamadores marroquies que se ufanan de su "victoria". Todo ello en medio de peticiones desatendidas de sindicatos de policias que reclamaron la presencia de Alfredo Perez ruGALcaba en la ciudad autonoma de Melilla para explicarle la situación y recabar su apoyo, cosa que por el momento parece que el ministro superviviente de los GAL no se atreve a hacer.
La medida contrastaba vivamente con el cacareado feminismo del que pretende hacer gala el presidente y se interpretaba como una forma de calmar la situación en los días previos a la visita de Rubalcaba a Rabat. Según se indicaba, no existía orden escrita pero fuentes policiales indicaron que ninguna de las nueve agentes prestó servicio en la zona en el día de ayer. La Gaceta apuntaba a una retirada paulatina. "Parece que las quieren quitar de en medio para no crear conflicto", explicaban dichas fuentes.
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