<<<< Arturo Perez Reverte, academico de la lengua española, estudioso de la historia española que describe de una manera absolutamente genial en cada uno de sus libros que cada vez que son publicados, se devienen en autenticos eventos culturales en España e Iberoamerica, donde sus lectores son legión, nunca en su vida se ha casado o casará con derechas o izquierdas (a las que tiene a gala el despreciarlas por igual).
Ese hombre fue invitado por el ayuntamiento de Cadiz a ser comisario de la exposición del 200 aniversario de la constitución de 1812 que surgió en esa ciudad en esas fechas debido entre otras al prestigio literario que dio a la susodicha ciudad en su novela "el Asedio" ambientada en el Cadiz de la epoca, a la que el reconocido literato dedico años de riguroso estudio histórico y documental.
Pues bien, ese hombre ha sido forzado a dejar el puesto de comisario de dicha exposición debido a las presiones politicas de algunos ediles descontentos con el por haber dejado patente la estupidez de Bibiana Aido y su patochez de las "miembras". Eso si, se ha despedido a lo grande y dejando claro quien es quien en una explosiva carta:
En su escrito, Pérez Reverte dice que le irrita que, apenas iniciado el curso municipal gaditano, otro concejal de un partido local "vuelva a utilizar" el asunto sobre lo que cobraría como argumento político y añade que "ni para bien ni para mal me apetece mezclarme en esos fangales ni oír más mi nombre en boca de gentuza de esa calaña, sea del partido que sea".
"También me conozco un poco y sé que al final acabaré ciscándome públicamente en la puta madre de alguien, y la liaremos. Así que mejor me quito de en medio", añade más adelante.
Finalmente, Pérez Reverte lamenta "el relativo fastidio que pueda causar a los planes de ese Ayuntamiento", aunque afirma que no se inquieta por sus amigos gaditanos "pues sé que lo entenderán perfectamente: conocen el percal y a sus políticos".
Dos españoles de pro, incomodados por la intrusión del estatalismo y la estupidez en sus vidas marcadas por el prestigio y el reconocimiento. Pero no se engañen, son ejemplos notables, pero son solo dos ejemplos de entre millones.
Y seguro que nos lo merecemos este estado de cosas donde los patanes retozan felices por su fango de podredumbre e incultura y los notables se sienten angustiados y alienados por el estatalismo que se introduce en sus vidas;
¡¡¡ NOS LO MERECEMOS POR GILIPOLLAS ¡¡¡
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