Esperanza Aguirre: 'El Cristianismo ha traído igualdad y libertad, no el marxismo' (lea el articulo aquí)
Soplan vientos de esperanza, si bien todavia no en lo económico si en lo cultural y espiritual, asi pues en estas ultimas jornadas y en la parte ultima de mis bien merecidas vacaciones estivales, que pase por tierras de la inmortal y espiritual Castilla y leon, (concretamente en Salamanca y Avila) pude ser testigo directo de la marea humana de calor, amor y esperanza de los jovenes peregrinos de las históricas JMJ de Madrid.
Asi pues, aun a pesar de los intentos del nazismo progresista y de las brigadas de "indignantes" de RuGALcaba de este pais de intentar ensombrecer esta fiesta de la fe (ver video, sobre todo en el minuto 7 donde los jovenes logran imponer sus canticos y bailes a las consignas agresivas de los perroflauticos), lo cierto es que las jornadas de la JMJ han transcurrido sin incidentes dignos de mención y en un ambiente festivo, doblemente regocijante, uno por la misma fiesta de fe y alegria y otra por el rechinar de dientes del sectoir fascista.
Hay unanimidad incluso en la izquierda mas totalitaria esta vez hablando por boca de Pepiño Blanco ha sido forzada incluso a admitir la verdad de que estas jornadas no han costado un duro al contribuyente (patetica excusa que pretendian usar los totalitaristas-fundamentalistas de la religión anti para justificar sus atropellos)
Rosa Diez ha salido tambien a la palestra publica, defendiendo la libertad religiosa y de culto y ha tenido el valor de identificar a los fascistas de la marcha anticlerical como los fanaticos antilibertad y antidemocracia que son.
Lo dicho, soplan vientos de esperanza, no por que la economia este bien, ni por que vaya a ir bien, ni siquiera en un futuro de aqui a mas de 3 años al menos, no.... Sopla la esperanza por que vientos como este, demuestran que todavia a pesar de todo y todos, seguimos vivos.
La vida se impone a la muerte, a la desesperanza y por supuesto,tambien a la tirania.
1 comentario:
El éxito de esta JMJ hará recapacitar, sin duda, al Gobierno, a los sindicatos y a los partidos de izquierdas. ¡Y malo si no lo hacen!
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