Nadie puede escapar de su pasado, eso es algo evidente, pero si encima tienes miles de ojos atentos a cualquier paso, la cosa se complica. Y eso es lo que le ha sucedido a la SGAE y a su presidente Teddy Bautista.
Tanto trabajadores como miembros de su consejo empiezan a airear todos aquellos tejemanejes que durante años han permanecido en el baúl de los recuerdos.
Este es el caso del espacio escénico que la SGAE, junto a Antonio Banderas, pretendía explotar y acondicionar en uno de los edificios de la antigua estación de Príncipe Pío, situada al oeste de la capital.
A pesar de perder dos millones de euros, según las cuentas de la entidad de derechos de autor, la SGAE ni siquiera pisó esa zona, según indican fuentes cercanas al proceso, de hecho, acabó perdiendo esa concesión por "incumplir las cláusulas". El dinero que debía invertir la entidad de gestión, correspondía, exclusivamente, al coste de las obras de acondicionamiento, así como al dinero necesario para alquilarlo y explotarlo.
Algo que nunca sucedió. Sin embargo, la operación fantasma sí costó dinero, concretamente algo más de dos millones de euros que la SGAE presentó en su memoria de 2008 como pérdidas correspondientes al Teatro Príncipe Pío. ¿En qué se gastó ese dinero? Las fuentes cercanas al proceso no logran buscarle una explicación y la SGAE no quiso hacer ningún comentario al respecto.
Riofisa y Banderas
En el año 2000, Riofisa y Adif suscribieron un contrato para explotar los dos antiguos edificios que se encontraban en la zona. En uno de ellos se levanta actualmente un centro comercial y, el otro, el edificio cabecera, se pensó habilitar para explotar un teatro. Se convocó un concurso al que se presentó la SGAE, que resultó la adjudicataria.De esta forma, la entidad de gestión, junto a Antonio Banderas, según los trabajadores de la SGAE, firmó un contrato con la inmobiliaria Riofisa y tan sólo quedaba fijar los términos de toda la operación. El tiempo pasó y la SGAE no hacía nada, según las mismas fuentes, y finalmente fue apartada.
Se convocó un nuevo concurso que ganó otra empresa que también fue apartada de la operación. Actualmente el Edificio Cabecera, que está compuesto por los Torreones de Levante y Poniente y el vestíbulo histórico (unos 6.800 metros cuadrados), depende de Adif desde mediados del año pasado, tras el nuevo protocolo firmado por Adif y Riofisa, es decir, el edificio, considerado Bien de Interés Cultural, ha recuperado los usos.
Adif, tras la realización de los estudios técnicos, está elaborando un proyecto de obras para convocar en el menor plazo posible un concurso de rehabilitación de los muros y cubiertas del referido edificio, tras lo cual se determinará su destino final.
Quejas a cultura
La operación anteriormente detallada es tan sólo una línea de las múltiples informaciones que los trabajadores de la SGAE han presentado ante el Ministerio de Cultura para que tenga conocimiento de todo lo que se cuece en ese organismo. Los despidos de doce empleados fueron el detonante de las movilizaciones de los trabajadores para denunciar una situación que consideran abusiva y dictatorial. La semana que viene habrá más acciones.(fuente: eleconomista.es)
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OPINION DEL BLOGGER : ¿Para cuando una auditoria que ponga fin a estos desmanes? pues para cuando no haya un gobierno dispuestos a encubrirles y darles cobertura legal para sus crimenes para pagar favores electorales, por supuesto....
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