Fuentes socialistas de alto nivel han revelado a El Confidencial Digital que los planes de Rubalcaba para después del 20-N pasan, en todos los casos, por su intención de ‘quedarse’ con el partido, cualquiera que sea el resultado que arrojen las urnas.
Una encuesta que da 99 escaños
Las fuentes de alto nivel consultadas afirman que desde el entorno del candidato se está filtrando que las encuestas “no van bien”, y hasta hablan de 100 a 110 escaños, lo que en principio sería un desastre.
El manejo de esos datos hacia fuera tendría como objetivo “ponerse en lo peor”, de forma que, si el 20 de noviembre obtiene una horquilla de 120 a 130 escaños, Rubalcaba podría presentarlo como un resultado digno, que le reforzaría como líder del PSOE y le catapultaría a la secretaría general.
Pilotar el futuro del PSOE
El objetivo de Rubalcaba, aupándose a la secretaría general, es ‘pilotar’ el futuro del partido, es decir, la inevitable renovación que se va a producir tras la desastrosa gestión en el Gobierno y con la salida de Rodríguez Zapatero, según las fuentes contactadas por ECD. La nueva dirección y el nuevo discurso se articularían así bajo su tutela y mando exclusivo.
Pero es que, incluso aunque el veredicto de las urnas sea peor de lo imaginado, hasta con resultados de 70, 80 o 90 escaños, la intención del candidato sigue siendo colocarse como líder nacional del PSOE.
El procedimiento, en tal supuesto, sería salir a la palestra para decir que, dada la gravedad de la situación, él ‘no puede’ dejar tirado al partido. Propondría quedarse como presidente para preparar el nombramiento de un nuevo líder.
Pacto con Patxi López
Tal como están las cosas, y tras la irrupción de Bildu, las cuentas ya no salen ni para gobernar con el Partido Popular. Él sabe que eso se ha acabado.
Por ello, Rubalcaba ha pactado con él una alianza para organizar el futuro del PSOE. Se trataría de, en caso de debacle, aguantar el chaparrón al frente de la dirección federal (envolviendo su postura en argumentos de generosidad y sacrificio por el partido), ganar tiempo, y al cabo de un plazo, unos tres años, y una vez celebradas las autonómicas vascas, dejar el partido en manos de un nuevo secretario general llamado Patxi López.
Las fuentes socialistas de alto nivel remachan que “la alianza de Rubalcaba con el PSOE de Euskadi está hecha”. Explican que el candidato y ex vicepresidente es un animal político, que no sabría vivir fuera de la política, y por eso sigue trabajando para no abandonar la primera línea que ahora, por fin, ocupa.
Carme Chacón también se mueve
Esas fuentes consultadas por El Confidencial Digital añaden que la maniobra de Rubalcaba con Patxi López y los socialistas vascos la conoce perfectamente Carme Chacón, a la que muchos dentro del PSOE siguen viendo como la alternativa de futuro para el partido. Y que contaría con el respaldo de las nuevas generaciones.
La diputada catalana, todavía ministra de Defensa, no se va a quedar quieta y, si en efecto se produjera una derrota clamorosa en las elecciones general, tratará por todos los medios de impedir que el cabeza de lista, Rubalcaba, sobreviva al naufragio.
Chacón cuenta con el respaldo del poderoso PSC, pero más aún del andaluz José Antonio Griñán. Un líder, no obstante, cuyo poder está ahora a merced de los resultados que obtenga en las autonómicas del año próximo.
(FUENTE: elconfidencialdigital.com )
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