(extraido de la gaceta.es )Madrid. Los efectos temporales del Plan E y las contrataciones asociadas a la temporada de verano han lavado la cara a la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre. Las cifras de la EPA, que se publica el viernes, podrían dar una alegría efímera al Gobierno y colocar la tasa de paro en una horquilla de entre el 17,9 y el 18%, frente al 17,92% de junio, según previsiones a las que ha tenido acceso LA GACETA.
Los números del INE son un espejismo antes de un otoño caliente en materia de empleo.
Los efectos temporales del Plan E y las contrataciones asociadas a la temporada de verano han lavado la cara a la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre. Las cifras de la EPA, que se publica el viernes, podrían dar una alegría efímera al Gobierno y colocar la tasa de paro en una horquilla de entre el 17,9 y el 18%, frente al 17,92% de junio, según previsiones a las que ha tenido acceso LA GACETA. Esto supondría que el paro podría incluso haberse reducido ligeramente en 12.000 desempleados, o aumentar de forma moderada en unos 16.000 hasta los 4.153.000, en claro contraste con el incremento de 126.700 personas paradas del segundo trimestre y, sobre todo, de las 802.800 que perdieron su trabajo en los tres primeros meses de 2010, los que marcaron el punto álgido de la crisis, según el Gobierno.
No obstante, las cifras de ocupación siguen mostrando la atonía de un mercado laboral que se ha convertido en el principal pagano de la recesión. Todo apunta a que la población ocupada podría registrar una caída interanual del 7% en el tercer trimestre, ligeramente por debajo del retroceso del 7,25% del periodo de abril a junio.
Aunque se confirme esta moderación en el deterioro de mercado de trabajo, las cifras de la EPA son un espejismo. Los efectos del Plan E, que según el Ejecutivo ha dado empleo a 420.000 personas, comienzan a agotarse y el Gobierno admite ya que en los próximos meses se volverán a registrar incrementos en el número de personas desempleadas, hasta el punto de que, desde Moncloa, comienzan a barajar de forma extraoficial que la tasa de paro roce el 20% al cierre del ejercicio, lo que supondría sumar más de 400.000 parados más en lo que queda de año y dinamitar las previsiones oficiales que la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, volvió a defender como realistas esta semana durante el debate de los Presupuestos.
Esas previsiones apuntan a que la tasa media de desempleo en 2010 se situará en el 18,9%, a años luz de lo que pronostican diferentes instituciones nacionales e internacionales, que indican un insostenible porcentaje del 20% y a más de cinco millones de parados. A comienzos de septiembre, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, no descartó que se pudiera alcanzar ese nivel a finales de este año o principios del siguiente y señaló que todo dependerá de la evolución de la población activa, la gente en edad de trabajar que busca un empleo.
Este colectivo, tras registrar crecimientos sin parangón en los últimos años, podría comenzar a frenar su avance por el efecto desencanto, el convencimiento de que, por mucho que se busque, no se va a encontrar un trabajo dada la gravedad de la crisis. Por lo pronto, el propio secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, reconoció hace unos días que el aumento del desempleo en octubre será similar al registrado en septiembre, cuando se incorporaron a las listas del Inem 80.367 personas, y que sigue al incremento de 84.985 personas de agosto, que puso fin a tres meses consecutivos con caídas del desempleo vinculadas a las obras del Plan E y a la contratación estacional de verano.
EFECTO VACACIONES
En los meses estivales, el número de parados registrados en los Servicios Públicos de Empleo se redujo en 24.741 personas en mayo, en 55.250 en julio y en 20.794 en el mes de julio.
Tras el paréntesis veraniego, el Ejecutivo admite que el paro seguirá creciendo, pero se aferra al último informe de la OCDE, en el que se asegura que España ha realizado el grueso del ajuste en el mercado laboral, mientras que en otros países como Alemania o Francia lo peor está por llegar.
Sobre el papel, los Presupuestos Generales para 2010 prevén que el empleo caiga el próximo año sólo un 1,7%, frente al descenso del 5,9%pronosticado para este año y que la tasa de paro alcance el 18,9%, en promedio, pero las estimaciones realizadas en los últimos años por el Gobierno han saltado por los aires. Como recordó el presidente del PP, Mariano Rajoy, en el debate de Presupuestos este martes, el Ejecutivo preveía la destrucción de 100.000 empleos a tiempo completo y, hasta octubre, ya son 1.120.000, un desfase del 1.026% que ha convertido a España en la responsable del 71% de todo el aumento del desempleo registrado en la zona euro y en la causa de que, en dos años, se haya pasado de estar en la media de paro europea, a duplicarla.
DIÁLOGO ENQUISTADO
A pesar de la sangría del empleo, el diálogo social sigue enquistado. Este miércoles, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, insistió en que los sindicatos saldrán a la calle “de manera masiva” antes de fin de año para hacer visibles sus propuestas ante la crisis y su rechazo a las de la CEOE, incluido su contrato de crisis.
Más conciliador se mostró el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, quien, durante la clausura de la asamblea de ASEDAS, señaló que las centrales están dispuestas a negociar algunos aspectos de la reforma laboral como el contrato a tiempo parcial, el absentismo o la movilidad —aunque no su propuesta de nuevo contrato de crisis— por lo que en el primer trimestre de 2010 podría producirse “un acercamiento”. El secretario general de CC OO confía en que se encare la recta final del año “en el marco de una nueva negociación”.
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